En este post abordamos las condiciones que deberán cumplir las sociedades mercantiles mexicanas para poder distribuir utilidades a sus socios o accionistas.
Si se cumplen con las referidas condiciones, entonces la empresa asume una obligación frente a los socios para pagarles los dividendos aprobados por la asamblea, y a su vez, los socios tendrán un derecho -de crédito- frente a la sociedad para exigir el pago de dichos dividendos.
Sin embargo, ¿qué sucede si se incumplen las condiciones citadas? ¿qué responsabilidad tendrían los administradores?
a) Si la asamblea de socios o accionistas no ha aprobado los estados financieros que arrojen las utilidades; o no han sido restituidas o absorbidas mediante aplicación de otras partidas del patrimonio las pérdidas sufridas en uno o varios ejercicios anteriores o haya sido reducido el capital social, entonces la resolución que apruebe el reparto de dividendos no producirá ningún efecto legal.
En tal supuesto tanto la compañía como sus acreedores podrán, (i) reclamar el pago a las personas que recibieron anticipos o repartición de utilidades, o (ii) exigir su reembolso a los administradores que las hayan pagado.
Tanto las personas que recibieron anticipos o reparto de utilidades como los administradores de la sociedad son responsables solidarios del pago de las utilidades repartidas sin cumplir con las condiciones descritas anteriormente (artículo 19 Ley General de Sociedades Mercantiles).
b) Si no se separaran las cantidades necesarias para constituir el fondo de reserva legal y aun así se aprueba y realiza el reparto de utilidades, los administradores de la sociedad serán solidaria e ilimitadamente responsables de entregar a la sociedad una cantidad igual a la que debieron haber separado para constituir dicho fondo de reserva (artículo 21 de la Ley General de Sociedades Mercantiles).
c) Respecto del incumplimiento del resto de las condiciones, los socios o accionistas afectados podrán demandar la nulidad de los acuerdos adoptados en la asamblea que apruebe el reparto de utilidades.
Antes de plantear la decisión de repartir las utilidades de una empresa, los administradores de la misma tienen el deber de conocer cuáles son las condiciones que se deberán cumplir, antes de que se celebre la asamblea de socios o accionistas en la que se discuta el reparto de dividendos. Pues de no cumplirse tales condiciones, los administradores podrían asumir las responsabilidades que se han descrito anteriormente.
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